El malestar del sector agropecuario con el Gobierno nacional crece como crecen las hectáreas bajo agua en la provincia de Buenos Aires. Las últimas lluvias no hicieron más que agravar la situación en las regiones oeste y centro, y encendieron un nuevo reclamo por obras paralizadas.

La tormenta de Santa Rosa impactó en la siembra de maíz, que estaba próxima a iniciarse, y generará demoras hasta que los campos vuelvan a estar con condiciones de piso para el ingreso de las sembradoras. Mientras que para el trigo, si no hay un rápido podrían morir las plantas por falta de oxígeno en las raíces.

En Carlos Casares cayeron más de 70 milímetros en los últimos días que agravaron el panorama en los campos, caminos e infraestructura en general. En los últimos doce meses llovieron 1500 milímetros, p

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