Los dirigentes norcoreano, Kim Jong Un, y ruso, Vladimir Putin, acompañaron a Xi Jinping en un gran desfile militar celebrado el miércoles en Pekín, que puso fin a una semana de grandilocuentes declaraciones diplomáticas del presidente chino y sus aliados contra Occidente.
En unas escenas sin precedentes, Xi estrechó la mano de ambos líderes y charló con ellos mientras caminaban por una alfombra roja en la céntrica Plaza de Tiananmen , con Putin a su derecha y Kim a su izquierda.
Al inicio del desfile, el presidente chino advirtió que el mundo aún se enfrenta a “la elección entre la paz o la guerra” y afirmó que China es “imparable”, aunque no hizo referencias explícitas a Estados Unidos o a cuestiones controvertidas, como Taiwán o los aranceles aduaneros.
Una salva de 80 cañonazos