En 2021 me senté por primera vez en la redacción de AS USA con la ingenuidad de un novato que cree que escribir los picks de la NFL sería como lanzar un pase pantalla: fácil, rápido y sin riesgo. Como si pronosticar fuera una sesión de preguntas y respuestas rápidas con tus amigos. La verdad es que conlleva una responsabilidad saber que hay más de dos lectores que siguen lo que escribes y en lugar del pase pantalla rápido y fácil que pensé que sería, me sumergí en datos y videos como si estuviera preparando un partido y terminaba igual de deteriorado que el rostro de Bill Belichick al final de la paliza que recibió en su presentación colegial con North Carolina. Luego apareció ChatGPT y pensé que por fin podría dictarle todo a un robot mientras yo me tomaba una cerveza fría. Tampoco fu

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