Cuando el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos lanzó el programa de concesiones viales de Cuarta Generación (4G), lo presentó como la mayor apuesta de infraestructura en la historia del país, con la expectativa de que para 2022 estuvieran terminados los 30 proyectos adjudicados . Hoy, sin embargo, el panorama es distinto: cinco contratos están en riesgo de liquidación, ocho registran avances mínimos y varios enfrentan procesos de arbitraje que comprometen recursos por más de un billón de pesos.

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La propia Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) admite que casi una quinta parte de estas concesiones derivaron en disputas jurídicas debido a 'errores' de estructuración, en particular

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