Machu Picchu enfrenta una serie de problemas estructurales y una preocupante inacción por parte del Estado. Según estimaciones del Instituto Peruano de Economía (IPE) , entre el 2020 y 2024, la ciudadela inca del Cusco habría dejado de recibir cinco millones de visitas frente a la tendencia que registraba antes de la pandemia.
Esta caída no solo se debe al anterior impacto del coronavirus y los conflictos sociales, sino que responde a la falta de inversión sostenida en infraestructura, conectividad y promoción turística, lo cual ha repercutido en la creación de puestos de trabajo en la región. Por ejemplo, en los últimos seis años, se perdió un tercio de empleo directo e indirecto generado por esta actividad económica.
“Nos falta conectividad, infraestructura, aeropuertos y desarrol