Liderar en 2025 exige mucho a nivel emocional. Se nos pide avanzar más rápido, hacer más con menos y guiar a nuestros equipos en medio de la incertidumbre , mientras manejamos desafíos personales en silencio.
Esto nos está pasando factura. Un estudio reciente reveló que el 40% de los líderes bajo estrés ha considerado dejar su puesto para proteger su bienestar. Eso no es solo agotamiento ; es una señal urgente de que debemos replantear cómo nos presentamos, cómo procesamos la adversidad y cómo lideramos con resiliencia .
Yo he sentido esa presión en carne propia. Este año, una persona en la que confiaba dentro de mi empresa me mintió. Fue frustrante y desconcertante, y me hizo cuestionar mi propio juicio. Despedirla fue lo correcto, pero eso generó tensión dentro del equipo. Al