El quiebre de la mesa técnica por el asentamiento de San Antonio ha dejado al gobierno en una situación complicada. La falta de acuerdo ha reavivado el temor a un desalojo masivo de los habitantes de la zona. Este fracaso ha impactado directamente al ministro de Vivienda, generando tensiones dentro del oficialismo.
A pesar de la crisis, el Ejecutivo sostiene que aún existen espacios para la negociación. Sin embargo, advierten que la posibilidad de llevar a cabo un desalojo podría extenderse por varios meses. La situación actual plantea un desafío significativo para las autoridades, que buscan encontrar una solución viable para los residentes de San Antonio y evitar un conflicto mayor.