Con Vladímir Putin y Kim Jong Un a su lado en la tribuna de la Plaza de Tiananmen, el presidente chino, Xi Jinping, presidió este miércoles un monumental desfile militar para conmemorar el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el evento fue mucho más que un acto ceremonial; fue una exhibición de poderío tecnológico sin precedentes, en la que China presentó por primera vez misiles nucleares de alcance global, drones submarinos y un sistema de defensa láser, enviando un mensaje desafiante en un momento de máxima tensión con Estados Unidos.

“China es imparable”, sentenció Xi en su discurso de apertura, dejando claro que el desfile era una declaración de la fortaleza y la autosuficiencia del gigante asiático.

DF-5C y “ataques de águila”

El momento más imponente

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