Un estudio recientemente elaborado por investigadores de universidades de EEUU y Canadá determinó que las personas que consumen mayores cantidades de proteína de origen animal podrían tener un menor riesgo de morir por cáncer, lo que llevó a los autores a sugerir que este tipo de proteína podría funcionar como una barrera protectora contra la enfermedad.
No obstante, los profesores Ahmed Elbediwy y Nadine Wehida, de la Universidad de Kingston (Reino Unido), hacen algunas aclaraciones sobre esta controvertida investigación en un artículo publicado este martes en The Conversation.
Limitaciones de la investigación
Los académicos explican que, en lugar de centrarse específicamente en la carne roja, el equipo científico analizó el consumo total de proteína animal, un grupo amplio que