Un sofá azul empapado descansa en medio de la calle Albañiles, como si alguien lo hubiera dejado ahí para recordar la magnitud del desastre. Alrededor, se amontonan muebles recién comprados, ropa mojada y colchones inflados por el agua sucia que volvió a entrar a las casas de las colonias Progresista y Azteca, en la . La escena no es nueva: apenas 23 días antes, el 10 de agosto, los mismos vecinos habían perdido todo tras una .

La noche del 2 de septiembre, volvió a pasar.

“Ya son dos veces en menos de un mes y todavía no recibimos la ayuda ni el pago del seguro por lo que perdimos la primera vez”, reclama Oscar Piña, vecino de La Progresista .

“Acababa de comprar mis muebles otra vez, sala, cocina, refrigerador, estufa y ahora se me vuelve a inundar. ¿Qué nos espera?”.

Entre el Gran

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