El cuadro, que perteneció al coleccionista judío neerlandés Jacques Goudstikker, fue identificado por el diario neerlandés AD a través de una fotografía tomada en una casa en venta en Mar del Plata, ciudad balnearia ubicada a 400 kilómetros al sur de la capital argentina.
La foto de la sala de estar, publicada en el aviso de venta de la casa por la inmobiliaria Robles Casas & Campos, mostraba la que parece ser la pintura robada colgada arriba de un sofá verde.
La propiedad está vinculada a la familia de Friedrich Kadgien, un exoficial conocido en su época como el “mago de las finanzas” de las SS, e identificado como un estrecho colaborador de Hermann Göring, alto mando del Tercer Reich.
No está claro cómo Kadgien se hizo de la pintura, sin embargo, hay registros de que, tras la derrota