El ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, anunció que la construcción de un nuevo penal en la isla El Frontón estará lista en un plazo de 8 a 10 meses. Este nuevo centro penitenciario reemplazará al antiguo penal que fue cerrado hace 39 años. La decisión fue tomada por unanimidad por el Consejo Nacional de Política Criminal (CONAPOC) el pasado martes.
La obra, que tendrá un costo aproximado de 500 millones de soles, utilizará modulares prefabricados, un modelo similar al del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador. Santiváñez explicó que la construcción comenzará una vez que el terreno esté habilitado. En una entrevista con TV Perú, destacó que el nuevo penal tendrá capacidad para albergar a 2,000 internos bajo un régimen especial y con estrictas condiciones de vigilancia.
Durante la ceremonia de firma del convenio interinstitucional, la presidenta Dina Boluarte subrayó que la reducción del hacinamiento en las cárceles es una prioridad. "Pensar en derechos humanos también es pensar en cómo están hacinados los que están privados de su libertad", afirmó. El nuevo penal contará con un sistema de seguridad de última generación, incluyendo vigilancia electrónica integral y áreas diseñadas para el aislamiento de internos de alta peligrosidad.
El proyecto también contempla la implementación de servicios complementarios, como una planta desalinizadora de agua de mar y un sistema de energía autosostenible con paneles fotovoltaicos. El ministro de Defensa, Walter Astudillo, indicó que el Ejército del Perú participará en el movimiento de tierras y nivelación del terreno para facilitar la construcción.
Sin embargo, el proyecto ha enfrentado críticas. Algunos cuestionan la viabilidad del penal, argumentando que el presupuesto es elevado y que la capacidad de 2,000 internos podría no ser alcanzable. Un informe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) advirtió que el penal solo podría albergar a 108 internos, lo que genera dudas sobre la efectividad del plan.
A pesar de las críticas, Santiváñez reafirmó que este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia de modernización del sistema penitenciario en el país. La construcción del nuevo penal en El Frontón se presenta como una respuesta contundente al crimen organizado, buscando garantizar que el Estado no ceda ante la delincuencia.