La mañana del 9 de octubre de 2020, la calma de Oak Cliff , un típico barrio residencial de Dallas , se quebró con el sonido de siete disparos. Fueron segundos: Jamie Faith y su esposa Jennifer salieron a pasear al perro y, al llegar a la vereda, un hombre encapuchado emergió de la penumbra, disparó sin piedad y huyó a toda velocidad en una camioneta negra. Las cámaras de los timbres captaron la conmoción y los gritos. Emery Wilson , vecino y testigo, aún recuerda el cuerpo de Jamie tendido en la calle y la figura encapuchada que lo hizo volver a su casa por temor.
La escena inicial presentaba a Jennifer Faith como una viuda devastada, atada de manos con cinta adhesiva y testigo de la tragedia. La historia parecía la de un robo fatal en una zona sin antecedentes de extrema v