Con quemaduras de tercer grado en el 75% y 30% de su cuerpo, un subteniente y un soldado de la Brigada 27 del Ejército esperan a ser trasladados de Florencia, Caquetá, al Hospital Militar en Bogotá, luego de ser rociados con gasolina y prendidos fuego por la comunidad del municipio de Villagarzón, en Putumayo.

El ataque se registró en medio de un operativo en el que adelantaban actividades para la destrucción de un laboratorio de procesamiento de coca en la vereda Siloé, en donde fueron interceptados por un grupo de locales, que estarían siguiendo las instrucciones de los Comandos de Frontera para frenar las operaciones militares en la zona.

El estado de salud de los uniformados es delicado y, en las últimas horas, fueron sometidos a un procedimiento quirúrgico para tratar sus heridas.

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