¿Era necesario que le tumbaran la casa? Esa es la pregunta más difícil de resolver en este chicharrón tan berraco en el que está metida doña Luz Maritza Giraldo, habitante del barrio Mano de Dios, en el corregimiento Altavista.

Según le contó a Q’HUBO, esa frase que dice por ahí “al caído, caerle” le queda perfecta. Y es que esta mujer de 45 años todavía no se repone de la emergencia que se registró el pasado 28 de abril, que afectó parte de su casa, y ahora tuvo que presenciar cómo la familia de su ex le tumbó uno a uno los muros , después de que el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) dejara consignado en un informe técnico que el riesgo era “medio-bajo”.

“Nosotros tuvimos que desalojar porque la inundación nos tumbó un muro. Pero el Dagrd nos dijo

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