A diferencia de los antiguos televisores de vidrio, los modelos actuales tienen superficies delicadas que no toleran productos abrasivos. El primer paso es apagar el equipo y asegurarse de que esté frío al tacto. Esto no solo evita daños por presión o calor, sino que permite identificar mejor las manchas.
El instrumento ideal es un paño de microfibra seco y suave. Este tipo de tela no deja residuos, no raya y es perfecto para remover polvo y huellas sin necesidad de líquidos. Los movimientos deben ser circulares y sin ejercer presión excesiva sobre la pantalla.
Si las manchas persisten, se recomienda humedecer ligeramente el paño con agua destilada o desionizada. Nunca se debe aplicar el líquido directamente sobre la pantalla. Luego de limpiar, es clave secar con otro paño limpio para ev