La región de la Amazonas es conocida como los pulmones de la Tierra porque sus árboles ayudan a regular el clima global, pero décadas de talas y quemas a gran escala han cambiado esta situación.
Durante décadas, la estación seca de la selva amazónica ha sido cada vez más seca. Un nuevo estudio, publicado el martes, descubrió que alrededor del 75 por ciento de la disminución de las precipitaciones está directamente relacionada con la deforestación.
El estudio, publicado en Nature Communications, también descubrió que la pérdida de árboles era en parte responsable del aumento del calor en la Amazonía. Desde 1985, los días más calurosos de la Amazonía han incrementado unos 2 grados Celsius. Según los investigadores, alrededor del 16 por ciento de este aumento se debió a la deforestación.
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