La selección de Bolivia llegó a Colombia con la mira puesta en un reto doble: mantenerse en la lucha por el repechaje al Mundial de 2026 y, al mismo tiempo, neutralizar el sofocante calor de Barranquilla, una de las plazas más difíciles de Sudamérica.

El equipo dirigido por Óscar Villegas enfrentará a la “Tricolor” en el estadio Metropolitano por la fecha 17 de las Eliminatorias, donde la humedad y las altas temperaturas suelen convertirse en un rival extra. Para contrarrestar estos factores, el cuerpo técnico boliviano diseñó un plan de hidratación y monitoreo físico individualizado.

“Vemos la tasa de sudoración de cada deportista. Algunos necesitan un refuerzo especial en hidratación, y buscamos que lleguen al partido con el mejor nivel posible”, explicó el preparador físico Maximilian

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