El tinerfeñismo andaba preocupado a comienzos de octubre de 1995. Lo estaba sin saber que siete meses más tarde iba a celebrar la segunda clasificación de su equipo para una competición europea, la Copa de la UEFA. Pero el inicio de ese camino sembró dudas. Había llegado un nuevo entrenador, ni más ni menos que Jupp Heynckes, y ni los resultados ni el juego estaban siendo convincentes. Aunque ahora parezca mentira o no se recuerde así, a aquel Tenerife le costó despegar. Prueba de ello fue el primer enfrentamiento con un Mérida que vuelve al Rodríguez López 30 años después. Lo que debió ser un triunfo contundente, por la diferencia de potencial entre un equipo ya consolidado en Primera y un debutante, se resolvió con un agobiante 1-0. Los extremeños, que jugaron toda la segunda parte
El Mérida y la amenaza de crisis en el Tenerife que nunca llegó

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