De su mamá, Giorgio aprendió en su infancia en una Italia devastada por la guerra, que la verdadera elegancia reside en la simplicidad y en eliminar cualquier exceso. Estudió medicina, pero se retiró y trabajó en los almacenes La Rinascente como diseñador de escaparates.

Allí, de la mano del creativo Nino Cerruti, quien le dio libertad para experimentar en las prendas masculinas, creó su propio estilo y voló para fundar su propia firma, dedicada a moda masculina y un año más tarde, también a la femenina. Estilo, elegancia y sofisticación es el legado que Giorgio Armani, y ofreció a las mujeres piezas que combinan fluidez y autoridad.

Se destacó por siluetas depuradas, precisión arquitectónica y bordados joya, lo que posicionó a la alta costura en una nueva era de elegancia | Foto: AFP

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