Ahora es más maduro. Conserva su estilo tranquilo, fresco, cool , pero los “golpes” de la vida lo han hecho crecer. Los ojos no se le ven. El clavadista antioqueño Daniel Restrepo lleva unas gafas reflectivas , como las que usan ciclistas o runners los domingos, que funcionan como un espejo desde afuera, pero que por dentro regulan la luz solar.

En su reflejo aparecen la piscina de clavados, las escaleritas nuevas y amarillas del Complejo Acuático César Villa Zapata de Medellín, y un periodista que ríe. “La vida es lo que es, parce. Hay que vivir el ahora. Lo que pasó quedó atrás, no se puede hacer nada. El futuro, por su parte, es incierto. Solo tenemos esto: el ahora”, dice el clavadista paisa, de 25 años, energía siempre desbordada y amabilidad única.

En sus palabras hay profu

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