Sigue el agónico desahucio de los residentes del sótano de Joan Miró . Este jueves a mediodía el operario terminaba de encajar el último bloque de hormigón ante la puerta y remata con un buen puñado de cemento. Luego, ante la atenta mirada de agentes de la Policía Local, otro técnico coloca la placa de Securitas Direct. De esta manera, Reina quedó este jueves en la calle. Mientras observaba la maniobra, la inquilina que lleva meses denunciando las maniobras del propietario, un policía local multado con dos millones de euros , se entristecía: «Me estoy acordando de cuando colocaron la lápida en la tumba de mi madre». Igual de enterradas que las esperanzas de Reina de poder seguir viviendo en el sótano de Joan Miró, donde se apiñan una veintena de infraviviendas .
Los desahucios se