Fue a principios del siglo pasado que José Ramón Osses Sánchez se arrimó a estos parajes australes buscando mejor vida. Para él y su familia. Una existencia que, sabía, no sería fácil. Pero Ramón (como simplemente le llamaban), como tantos y tantas de aquella época, estaba dispuesto a poner el hombro. Y las manos. Y todo lo que fuera necesario para salir adelante. Era el sueño de una tierra virgen por descubrir y trabajar.

Venía de San Clemente, donde nació un 31 de agosto de 1870. Por esos años estaba bajo la jurisdicción de ciudad de Talca. Su madre, Mercedes. Su padre, también José Ramón.

En 1904 se asentó en lo que hoy es el sector de El Claro. Cerca de lo que luego sería Baquedano y más en el futuro, Coyhaique. Eran los tiempos de la Sociedad Industrial del Aisén.

Despej

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