La llegada de casi 500 nuevos trenes previsiblemente a partir de principios del año que viene —y que se destinarán en buena media a las redes de Cercanías de Madrid y Barcelona— no terminará con las averías y retrasos debidas al material rodante. Así lo ha advertido este martes el ministro de Transportes, Óscar Puente, que calcula que durante los tres próximos años convivirán en las vías trenes nuevos y viejos, al inicio y al final de su vida útil, que es cuando más fallos se registran.
"Quiero ser muy cauto", ha advertido Puente ante la comisión de Transportes del Congreso, en referencia a la "curva de operación" a lo largo de la vida de los trenes, que registran más fallos al inicio y al final. "El material ferroviario tiene una curva de incidencias muy definida, en forma de V, con una