Una fuerte explosión sacudió la noche del jueves 4 de septiembre la urbanización Las Quintanas en Trujillo, región de La Libertad. El estallido, que ocurrió alrededor de las 10:49 p.m., destruyó una vivienda de cuatro pisos en la cuadra 7 de la calle Lizarzaburu y causó daños en varias casas y vehículos cercanos. Afortunadamente, no se reportaron víctimas mortales, aunque una mujer mayor fue atendida preventivamente por personal médico debido a la conmoción.

Los vecinos de la zona, alarmados por la detonación, salieron a las calles con sus hijos y mascotas. Algunos residentes indicaron que la vivienda afectada estaba relacionada con actividades sospechosas y había sido ocupada por personas vinculadas a la minería ilegal. “Ya no pueden callar más ustedes con esta situación”, expresó una vecina, mientras otros denunciaron que los ocupantes solían realizar fiestas y carreras de autos, generando intranquilidad en el vecindario.

El impacto de la explosión fue tal que afectó la fachada del inmueble y causó daños significativos en las casas aledañas, así como en un automóvil estacionado. La familia que habitaba en el número 730 de la calle Lizarzaburu sufrió graves daños en su cochera y en las ventanas de su segundo piso. La Policía Nacional acordonó la zona para realizar las investigaciones pertinentes, mientras que equipos de criminalística recogieron pruebas del artefacto utilizado.

Este incidente se suma a una serie de explosiones que han ocurrido en Trujillo en los últimos meses, lo que ha generado un clima de miedo entre los residentes. Recientemente, otra bomba estalló en la avenida Perú, causando daños en más de 100 casas. Los ataques con explosivos se han convertido en una táctica común de las mafias dedicadas a la extorsión, especialmente contra empresarios del transporte y la construcción, así como contra personas ligadas a la minería ilegal.

El Gobierno ha declarado un estado de emergencia en las provincias cercanas de Pataz y Virú, afectadas por la violencia relacionada con la minería ilegal. Sin embargo, los habitantes de Trujillo sienten que la inseguridad se ha trasladado a la capital regional. “Esto ya se está haciendo casi una costumbre en Trujillo: vivir con explosiones todas las semanas”, comentó un residente.

Los trujillanos exigen a las autoridades una respuesta más firme ante la ola de violencia. Un grupo de vecinos ha anunciado que se movilizarán hacia la casa del gobernador regional para exigir medidas inmediatas. La explosión en Las Quintanas es un claro indicativo de que la inseguridad en Trujillo ha alcanzado niveles alarmantes, y las investigaciones deberán determinar si este ataque está relacionado con la guerra entre bandas delictivas o con un acto de extorsión vinculado a la minería ilegal.