No se recuerda una apertura del curso judicial tan tensa como la que acoge este viernes el Tribunal Supremo. El Rey preside un acto solemne en el alto tribunal, en presencia la cúpula judicial y fiscal y también de representantes políticos, en el que el fiscal general del Estado debe presentar su Memoria anual y la presidenta del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, leer un discurso formal. Pero en esta ocasión coexisten dos circunstancias que convertirán la cita en un choque entre los poderes Judicial y Ejecutivo al que se añade el rechazo de buena parte de la carrera a la presencia de Álvaro García Ortiz tras ser procesado en una causa penal.
A finales del pasado mes de julio, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirmó la decisión del magistrado Ángel Hu