En plena transición del verano al otoño, los mercados españoles rebosan de uno de los protagonistas indiscutibles de la temporada estival. El tomate alcanza su punto óptimo de maduración en estos meses, ofreciendo no solo su característico sabor fresco y jugoso, sino también un completo perfil nutricional que lo convierte en un auténtico tesoro para la salud cardiovascular y dermatológica.

Procedente originalmente del continente americano pero completamente integrado en la cultura gastronómica mediterránea desde hace siglos, este fruto rojo se encuentra ahora en su mejor momento . Agosto y principios de septiembre representan la época dorada para disfrutar de los tomates locales, cuando sus propiedades organolépticas y nutricionales se expresan en su máxima plenitud, convirtiéndol

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