Todo comenzó con Isabel II. Bueno, con ella y sus adversarios, pues unos y otros en aquel convulso siglo XIX trataron de imponerse a la facción contraria con desigual éxito según el momento. A ella, a Isabel II se debe la construcción del Congreso de los Diputados , por eso no es extraño que una estatua de mármol con su imagen nos reciba a la entrada.
Hasta ahí está todo dentro de cierta normalidad. Pero la cosa cambia. Una puerta secreta que da acceso a los sótanos se esconde en el lugar. Y esto es realidad, no fabulación sobre pasadizos y caminos en el subsuelo de esta institución. Con todo, más de uno cree a pies juntillas que existe una red de túneles que conectan el edificio con el hotel Palace, los Jerónimos, el Monasterio de las Descalzas Reales y el Palacio Real . Unas fabulac