Hay un lugar en Zurich donde la cultura alternativa, rompedora, incluso desaliñada, subyace bajo la pátina clásica de los edificios históricos. Un rincón donde la creatividad impera como una sed de futuro que se abre entre la estética medieval y la prosperidad financiera. Lo llaman Distrito 5 (Kreis 5) y es el barrio del oeste de la ciudad, que ha transformado su pasado industrial a golpe de audacia urbanita.
Encajado entre el río Limmat y el trazado del ferrocarril, Zurich-West fue, a principios del siglo XIX, un potente foco manufacturero en el que prosperaron las fábricas dedicadas a la automoción, el textil y las fundiciones de barcos. Grandes empresas, con sus amplias instalaciones, se establecieron en este barrio que, así como alcanzó su mayor esplendor, vio languidecer su activida