¿Cuántos likes necesitas para sentirte suficiente?

La ilusión del aplauso digital

Vivimos en una época donde el valor personal parece medirse en cifras. Cuántos seguidores tienes, cuántos corazones acumulas en tu foto o cuántas visualizaciones logra tu video. Cada notificación se siente como un pequeño aplauso, un recordatorio de que alguien nos vio, nos aprobó o, al menos, nos reconoció. Pero, ¿qué pasa cuando ese aplauso no llega?

De repente, lo que compartimos —una idea, una foto, un pedazo de nuestra vida— parece perder valor porque no recibió la respuesta que esperábamos. Entonces la validación deja de ser un detalle y se convierte en un dictador invisible que condiciona nuestro ánimo y nuestra autoestima.

Dopamina disfrazada de aprobación

Recibir un “me gusta” no es tan inocente

See Full Page