De la mano de su mamá, Jesús Rendón llegó a Estados Unidos siendo un niño de solo seis años. Vivió los siguientes 12 años en un entorno marcado por la violencia de pandillas, dificultades económicas y el temor a la policía. Sin embargo, por encima de esos obstáculos, nació en él un propósito: cambiar desde dentro la relación entre la comunidad latina y las fuerzas del orden . Hoy, sigue trabajando en esta meta como el latino con el rango más alto en el Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg (CMPD).
De la lucha migrante al orgullo de servir
“ Yo nací en México, en Culiacán, Sinaloa y me vine aquí a los seis años ilegalmente, mi mamá me cruzó y cuando pasó la amnistía con mis padres, me arreglaron los papeles. Afortunadamente, yo no fui indocumentado por mucho y no viví el est