El ritmo de Carlos Alcaraz fue demasiado hasta para un tenista como Novak Djokovic, que esta vez no consiguió asustar al español con su reacción en el segundo set, cómo sí había hecho en Australia. El murciano, en plenitud aunque todavía con capacidad para seguir creciendo, pues tiene sólo 22 años, jugará la final del US Open después de derrotar a la leyenda serbia por 6-4, 7-6 (7/4) y 6-2. Vuelve al lugar donde conquistó su primer Grand Slam, en 2022, y donde se convirtió en el número uno más joven de la historia, puesto que puede recuperar.
Seguramente si al otro lado de la red hubiera estado otro tenista, hubiera sido un triunfo con menos nervios de Alcaraz, pero Djokovic sigue manteniendo ese aura que le sirve para derrotar al 80 o 90 por ciento de los jugadores que hay en el circui