El Barça estuvo buscando desesperadamente refuerzos para la parcela ofensiva, para satisfacer las pretensiones de Hans-Dieter Flick. Había exigido la llegada de un nuevo atacante, y Joan Laporta y Deco trabajaron en poder reclutar a Nico Williams, que era el elegido en la secretaría técnica. Pero tuvieron que aceptar el fracaso cuando se conoció que había optado por ampliar su compromiso con el Athletic Club de Bilbao, hasta el lejano 2035.

Una historia similar se vivió con Luís Díaz , quien era la principal alternativa. En el Camp Nou no podían pagar los más de 70 millones de euros que reclamaba el Liverpool, y acabó recalando en las filas del Bayern de Múnich . Y antes que apostar por Marcus Rashford, que fue una petición de ‘Hansi’, en la directiva azulgrana tantearon otra opci

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