Cuando no se tiene plata y se debe mucho, como es el caso del gobierno de Colombia, toca ser creativo con las finanzas. Ese es el rol que llegó a llenar el director de Crédito Público, Javier Cuéllar, un financiero de carrera que cambió su vida como corredor de bolsa para dirigir el Fondo Nacional de Garantías, y luego pasó a ser el director de Crédito Público de Gustavo Petro.

Cuéllar es el cerebro detrás de la apuesta calculada a favor de la deuda colombiana, que por ahora ha dado frutos. Si le sale bien, será un logro sin precedentes; si no, dejará maltrechas unas finanzas ya en crisis.

Cuéllar está aplicando estrategias riesgosas, más propias de su antiguo trabajo en bolsa y contrarias a la aproximación tradicionalmente conservadora de Colombia. Su objetivo: mejorar la calidad de la

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