El ajo es un ingrediente fundamental en la gastronomía. Aporta un sabor y aroma inconfundibles a nuestros platos favoritos. Sin embargo, el intenso olor a ajo puede adherirse a nuestras manos durante horas, convirtiéndose en una molestia.

Cuando cortas o machacas el bulbo, una enzima llamada alinasa se activa y descompone otros compuestos, produciendo la alicina. Esta se descompone rápidamente en otros compuestos sulfurados, como el disulfuro de alilo, que son los responsables del olor característico y persistente.

Pero ¿Por qué queda tan impregnado en la piel? Estos compuestos se adhieren a los aceites naturales que produce el cuerpo, haciendo que el olor a ajo sea tan difícil de eliminar.

Afortunadamente, hay varias soluciones prácticas para deshacerte de este persistente aroma y la c

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