En su entrevista de apertura del curso político, el presidente Sánchez, interrogado sobre la corrupción en su partido negó tajantemente que ese fuera un problema «estructural» para luego desviar el asunto hacia la derecha cuando afirmó que no iba «a aceptar lecciones de organizaciones con más de treinta causas abiertas y cien personas investigadas». Dijo esto último como si en su propio partido no hubiera cifras equivalentes que hacen dudosa su negación inicial. Porque lo cierto es que si nos atenemos a la información cuantitativa disponible –que tal vez no cubra la totalidad del fenómeno– en España PSOE y PP están bastante equilibrados en cuanto al número de casos conocidos durante los últimos veinticinco años y probablemente también en lo concerniente a los recursos públicos desviados po
La corrupción otra vez

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