Hace unas semanas asistí a la presentación del estudio “Entre la precariedad y la búsqueda de la prosperidad: las redes sociales como un espacio de riesgo para la captación de víctimas de trata”. Esta investigación muestra cómo plataformas como Facebook, TikTok e Instagram, sin mayor control ni supervisión, se han convertido en terreno fértil para que redes criminales atraigan, capten y exploten a niñas, adolescentes y jóvenes.
La publicación, liderada por la politóloga Omayra Peña junto con un equipo de jóvenes investigadoras, combina herramientas cualitativas y cuantitativas. A partir de entrevistas a actores clave y de una exploración digital inédita, analizaron más de 32 mil anuncios de empleo en redes sociales. Para ello crearon perfiles de mujeres jóvenes generados con inteligencia