Benjamín Ávila retoma el conflicto entre intimidad familiar y violencia social y política de Infancia clandestina (2011) en La mujer de la fila, apoyada igualmente en hechos verídicos y exhibiendo a Natalia Oreiro como protagonista pero trocando la dictadura por el pasado reciente.
La actriz uruguaya es Andrea, una madre viuda que asiste impávida a la detención policial de su hijo Gustavo (Federico Heinrich), circunstancia que ella discute desesperada y que la obliga a hacer fila junto a numerosas mujeres que visitan a sus familiares encarcelados.
El choque de mundos es evidente, y Andrea deberá aprender las reglas crudas que rigen el entorno: desde los guardias que le destrozan los jabones o la frazada que ella le envía a Gustavo hasta el robo de zapatillas nuevas que este padece de par