Hoy en día, disponer de un wifi veloz y constante se ha vuelto tan indispensable como tener acceso a la energía o al agua. El teletrabajo, las clases virtuales, las plataformas de streaming y hasta los dispositivos inteligentes del hogar requieren de una red confiable para funcionar sin interrupciones.
No obstante, es frecuente que los usuarios enfrenten caídas inesperadas, zonas con señal débil o tiempos de carga prolongados. Según algunos expertos en el tema, muchas de estas fallas no se deben al servicio contratado, sino a configuraciones activadas en el router que, lejos de ayudar, complican la experiencia de navegación.
De hecho, una conexión inestable puede tener su origen en funciones automáticas del equipo que, en teoría, buscan optimizar el rendimiento de la red. En la práctic