Una de las pruebas del escaso peso político de La Pampa en su etapa territoriana es la nula atención que tuvo en sus reclamos sobre el río Atuel, apropiado por Mendoza hasta la actualidad. Esa actitud indiferente, que se extendía al resto del país, comenzó a verse alterada a comienzos de la década de los años setenta del siglo pasado, cuando las autoridades de las sucesivas áreas hídricas promovieron la presencia del periodismo del país, escrito y de televisión, que invariablemente entendió y expuso las razones de La Pampa en medios de trascendencia nacional. A ello puede sumarse la presencia que hubo del tema en reuniones técnicas y científicas internacionales.
El interés por un asunto tan trascendente –por la constancia pampeana y el empeño negativista mendocino— ha sido tomado ahora po