En la tercera fecha del Rugby Championship, los All Blacks demostraron por qué Eden Park sigue siendo un fortín. Con un partido intenso ante los actuales campeones del mundo, Nueva Zelanda logró imponerse por 24-17 , recuperando la memoria tras encuentros anteriores que habían dejado dudas.

El arranque del partido fue contundente para los locales. En apenas veinte minutos, los tries de Emoni Narawa y Will Jordan encendieron al estadio repleto, dejando en claro que los Springboks iban a enfrentar una prueba exigente . A pesar de que la lluvia intermitente complicaba la posesión de la pelota, los neozelandeses se mostraron superiores en ataque, defensa, juego con el pie y en las formaciones fijas, marcando un ritmo que Sudáfrica no logró igualar.

Fiel a su estilo, Sudáfrica apostó al

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