Lesley, estudiante universitaria, logró que su vecina dejara de poner música a todo volumen de noche tras invertir los horarios : durante una semana, reprodujo pop pegadizo a primera hora de la mañana, justo cuando el edificio estaba en silencio y su vecina dormía. La estrategia surtió efecto y los “conciertos” nocturnos cesaron , según explicó en un mensaje en Reddit que acumuló miles de votos positivos.

La convivencia en el pasillo llevaba tiempo tensionada. “Sarah no era mala, solo ruidosa” , contó Lesley. Pese a las quejas, la vecina encendía el altavoz a la una o las dos, incluso cuando había clases temprano. Los intentos de pedirle que bajara el volumen se topaban con un “tranquila, es la universidad”, entre risas .

El episodio clave llegó la víspera de un examen. A media

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