La noche del jueves 4 de septiembre se desató una de las filtraciones más graves contra el Estado peruano en los últimos años. Miles de documentos internos atribuidos a la Dirección de Inteligencia (DIRIN) de la Policía Nacional del Perú fueron liberados en un canal público de Telegram, en lo que los propios perpetradores denominaron “Dirin Leaks” .

Los archivos expuestos incluyen datos de agentes encubiertos, planes de seguridad de altas autoridades y reportes clasificados, lo que ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad de los sistemas informáticos estatales.

Alertas desde el Congreso

El congresista Diego Bazán fue uno de los primeros en advertir la magnitud del ataque:

“Hackearon la base de datos de la Dirección de Inteligencia de la PNP a pesar de medidas de seguridad a

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