El embajador británico en Madrid califica de "terrible" que en siete años no hubiera una reunión bilateral entre los jefes de los Gobiernos de España y Reino Unido a causa del Brexit y también por Gibraltar. El acuerdo sobre el Peñón, dice, marca un "después" en las relaciones
Sánchez y Starmer buscan impulsar las inversiones militares tras el acuerdo sobre Gibraltar
A Alex Ellis (Londres, 1967) se le nota que está contento de ser embajador de Reino Unido en España. Y más esta semana, que se produjo uno de los eventos para los que lleva trabajando desde que llegó a Madrid hace justo un año: un encuentro entre Pedro Sánchez y el primer ministro, Keir Starmer, para la firma de un marco bilateral estratégico entre los dos países. Una cita de esas características no se había producido en los últimos siete años, fundamentalmente por el Brexit. Sin duda el gran hito de la diplomacia entre los dos países fue el acuerdo alcanzado en junio sobre el nuevo estatus de Gibraltar, que se resistió cinco años tras el acuerdo de salida de la Unión Europea.
El embajador recibió este viernes a elDiario.es en su despacho, situado en uno de los últimos pisos de una de las cuatro torres que caracterizan ya el skyline de Madrid. Su discurso se centra en la política de “reset” que ha iniciado el líder laborista para impulsar las relaciones con la UE. “Los grandes países europeos tenemos que juntarnos más en un contexto nuevo”, explica sobre una situación diferente que atribuye a la invasión rusa de Ucrania, desafíos internacionales, como la emergencia climática, y la decisión de Donald Trump de desvincularse de la seguridad de Europa.
¿El acuerdo con Gibraltar marca un antes y un después en las relaciones entre España y Reino Unido?
Marca un después, después de nuestra salida de la Unión Europea. El acuerdo se ha hecho para resolver las consecuencias de nuestra salida de la Unión Europea. Me alegro de haber conseguido el acuerdo político entre las cuatro partes y haber abierto el camino para tener el relanzamiento de nuestra relación en la reunión de esta semana entre el presidente Sánchez y el primer ministro, Keir Starmer. Es un acuerdo importante que, al final, debe beneficiar a los seres humanos en esta parte de España y en Gibraltar, para establecer el flujo de personas y de bienes entre los dos, entre Gibraltar y la Línea.
¿Por qué se ha tardado tanto en cerrar el acuerdo?
Es un acuerdo muy técnico, muy complejo, que permite este flujo comercial y humano en una situación en la que el Reino Unido ha salido de la Unión Europea y, al mismo tiempo, respeta la posición de soberanía de los dos países. Reconciliar esas tres cosas no ha sido fácil. Técnicamente es difícil, políticamente es difícil; pero lo hemos conseguido.
Cerrar el acuerdo de Gibraltar necesitó un empujón político
¿Tienen marcado en rojo un día en la agenda para que se ejecute el acuerdo, para cerrar el texto?
Hay varias etapas. Tenemos que cerrar el texto jurídico porque es un acuerdo legal. Después tenemos que ratificarlo. Luego tenemos que implementarlo. No pongo un día en rojo, pero hay un compromiso claro de todas las partes para llegar a implementar el acuerdo lo más rápidamente posible.
¿Cree que la coexistencia de dos gobiernos progresistas, en Madrid y en Londres, ha facilitado el entendimiento?
Lo más importante ha sido el deseo político para cerrar el acuerdo. Lo que diría es que fue evidente el deseo por parte del ministro Albares y también de nuestro ministro, de la Comisión Europea y de Fabián Picardo [ministro principal de Gibraltar]. Eso fue lo esencial, porque nosotros, los técnicos, los diplomáticos, podemos trabajar hasta un cierto punto, pero al final se necesita un empujón político.
Hace unos meses, el ministro Albares dijo que se necesitaban “dos para bailar tango” y que la pelota estaba en el tejado de Londres. La percepción aquí ha sido que el empujón se ha producido cuando ha llegado Starmer al Gobierno. No sé si es errónea.
Hubo un encuentro entre los dos ministros en mi primera semana [como embajador en Madrid], en septiembre del año pasado en Londres. Creo que entendieron el deseo político para hacer eso y que había necesidad de tomar las decisiones políticas.
¿Cómo diría que son las relaciones entre España y Reino Unido?
Fenomenal, una palabra especial española [bromea]. Lo importante es lo que ha pasado esta semana: la primera reunión bilateral en siete años. Es impresionante. Es terrible que hayamos tardado tanto tiempo en hacerlo. Me alegro de que hemos conseguido finalmente relanzar una vieja amistad. Somos aliados y amigos en un nuevo contexto internacional que ha cambiado mucho. Primero, un elemento esencial fue cerrar el acuerdo sobre Gibraltar, pero después mirar adelante para un abanico muy largo de cuestiones.
¿Y por qué no se habían producido en siete años este tipo de encuentros? ¿Era solo por Gibraltar?
También en parte por el Brexit. Hubo una reunión corta entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro Starmer en la Comunidad Política Europea, en julio del año pasado, que marcó el deseo para rehacer la relación en un contexto nuevo. Mi trabajo desde que llegué aquí ha sido eso, básicamente la preparación, resolver las cuestiones y mirar para adelante, porque el mundo en que estamos es un mundo en que dos grandes gobiernos europeos tenemos que trabajar más en conjunto.
¿Diría que el Brexit les ha paralizado un poco desde el punto de vista de la política internacional?
No, pero el Brexit requirió una negociación con la Unión Europea para la salida, después la negociación del futuro y lo que Starmer ha hecho cuando llegó es un reset, restablecer relaciones más cercanas con la UE, que hemos conseguido en mayo de este año y después eso tenemos que implementarlo y ha dado una energía nueva para la relación con la Unión Europea y con los principales Estados miembros. Por eso hemos hecho un reset con Francia, con Alemania en julio, y ahora con España en septiembre.
Lo esencial es que todos los socios de la OTAN van a aumentar el gasto. La cuestión no es sólo el número, sino también cómo hacerlo.
Respecto al acuerdo que se firmó el miércoles, ¿en qué tipo de inversiones se está trabajando?
La cantidad de inversiones ya es enorme. Reino Unido es el mayor receptor de inversiones españolas en Europa; el segundo en el mundo, después de los Estados Unidos. Iberdrola está en el camino de ser el mayor distribuidor de electricidad en Reino Unido. Santander es uno de los principales bancos en el Reino Unido, acaba de comprar TSB, de Sabadell. Telefónica invierte muchísimo. Y viceversa. Reino Unido es uno de los cinco principales inversores.
Sectores que yo destacaría son la transición energética, con empresas como Octopus, que es nuevo, antiguas empresas como BP; la tecnología, y la defensa, donde tenemos ahora Navantia como vector inversor en Reino Unido en la construcción de buques para la Armada británica. Queremos más flujo de defensa porque es un sector que va a crecer mucho en la próxima década por la situación que tenemos en Europa.
¿Qué le parece a Reino Unido la posición que ha tenido España en el seno de la OTAN de negarse a llegar al 5% del PIB en gasto militar?
Lo esencial es que todos los socios de la OTAN van a aumentar el gasto. Eso es evidente. La cuestión no es solamente el número, sino también cómo hacerlo. Uno de los elementos del marco estratégico que los dos líderes han firmado es la defensa de la industria de defensa. Gastar más, muy bien; pero gastar de forma más eficiente, con objetivos compartidos, es lo esencial.
Ha hablado de las inversiones de Reino Unido en la industria militar española, ¿al revés hay algún tipo de plan?
Es lo que queremos. Ya hay una relación bastante buena entre Navantia y varias empresas británicas y una de las áreas que queremos explorar es cómo podemos establecer un flujo de inversión, de ideas y de tecnología entre los dos países, en los dos sentidos.
En el Gobierno español estaban muy contentos con la reunión con Starmer y una de las cosas que decían es que antes en la relación bilateral probablemente solo se hablaba del independentismo en España, de la crisis con Catalunya y que ahora no; y viceversa, que antes solo se hablaba del Brexit, de la ruptura y que ahora la relación era diferente. ¿Cómo se percibe a España políticamente en el Reino Unido?