En el deporte existe una máxima que rara vez falla: no importa cómo se comienza, sino cómo se termina. Esa frase, que suele sonar a cliché, encuentra este año en Juan Soto su mejor ejemplo.

El dominicano llegó a los Mets de Nueva York con el peso de una cifra histórica sobre sus hombros: 865 millones de dólares por 15 años , el contrato más grande en la historia del deporte. Era inevitable que la lupa estuviese sobre él desde el primer día. La afición y la prensa esperaban números colosales de inmediato. Pero el inicio no fue así. Desde el Opening Day hasta el 31 de mayo, las estadísticas no reflejaban al pelotero más caro del planeta. Y la crítica, implacable, no tardó en caerle encima.

Sin embargo, el béisbol tiene sus propios tiempos y el talento siempre termina por imponerse. Con

See Full Page