“Ivana Rosales murió aquella noche en la que intentaron matarla, pero nació otra Ivana: la que dijo Nunca Más a la violencia machista”.
Así se definía la mujer que, tras sobrevivir al brutal ataque de su exmarido Mario Garoglio el 18 de abril de 2002 , decidió convertir su calvario en una lucha colectiva.
Esa noche, Garoglio intentó asesinarla en tres ocasiones: la ahorcó con un alambre, la golpeó con piedras y la dejó inconsciente dentro del baúl de un auto.
Creyó que estaba muerta. Pero Ivana sobrevivió y, después de 45 días internada, comenzó un camino marcado por la resiliencia y el compromiso con otras mujeres víctimas de violencia.
Sin embargo, la justicia le dio la espalda: Garoglio fue condenado por “tentativa de homicidio en estado de emoción violenta”, con una pena lev