GREGORIO LEON. Nueva York

Treinta y seis semanas estuvo sentado Carlos Alcaraz en la cima, donde lo depositó su triunfo en la pista a la que hoy volverá. Fue un 11 de septiembre, fecha con tantas resonancias históricas y emocionales, y que también quedó impresa para siempre en la biografía de un chaval de diecinueve años. Ahora sigue siendo joven, pero no tanto. Y ha visto la irrupción de otro jugador capaz de discutirle un reinado que parecia exclusivo para él. Pero Jannik Sinner, con un trabajo silencioso, ha ido ubicándose hasta expulsar del número 1 del mundo al murciano. El de San Cándido lleva 65 semanas allá arriba. Para Alcaraz una victoria hoy tendría premio doble: su sexto grande y recuperar la posición más elevada del ranking.

Alcaraz ha hecho un torneo impecable, sin concesio

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