La primera Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la provincia de Granada llevará ya una semana operativa de aquí a un mes. Quien no cumpla con las medidas, ya de por sí bastante laxas, para acceder a prácticamente todo el entramado urbano de la capital, recibirá una multa en casa. Tanto la ciudad como Motril son las dos municipalidades granadinas que están obligadas por ley a implementar una ZBE solo por número de habitantes, más de 50.000, pero existe otro criterio que para los municipios de más de 20.000 censados, ocho en Granada, que superen determinados niveles de contaminación. Y en esta situación parece solo está Armilla. “Parece”, porque el limbo sobre los criterios a seguir para implantar una ZBE son muy confusos.
De los ocho ayuntamientos de la provincia que tendrían que instalar