“La actitud y el estilo de las mujeres en el poder siguen siendo criticados por la opinión pública. A esto se le llama el síndrome de María Antonieta. Pero solo a ella se debe el alumbramiento de otra clase de poder muy femenino: el de romper moldes estéticos y crear un estilo propio en lo que emprendió: moda, decoración, paisajismo, diseño de muebles y de interiores, nuevos tejidos. Su influencia fue y permanece inmensa (…) María Antonieta se las arregló para vivir de espaldas al peso de la tradición y la opulencia convencional para poder aligerar maneras y protocolos que a ella le parecían prescindibles. Poseía una sensibilidad modernísima hacia la moda”, explica Sarah Grant, comisaria de la gran exposición Marie Antoinette Style que el Museo Victoria & Albert de Londres acaba de i

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