Con el verano se nos despierta una relación idílica con el azúcar, que nos plantea la controversia entre endulzar la vida y proteger la salud . Hoy, muchos productos destacan la falta de azúcar como valor positivo, sin olvidar que fue un bien de lujo y de estatus social.

En la actualidad, el azúcar está demonizado , destacando las bebidas que se anuncian como cero azúcares, planteándolas como un gesto de avance dietético. Saltó de auge estatutario de lujo para las clases acomodadas a una necesidad para las menos pudientes, pasando por el esclavismo comercial y, en nuestros días, culpable en parte de la obesidad y de otras enfermedades crónicas.

Tanto es así que en 2020 se cifraron en 2,2 millones los nuevos casos de diabetes tipo 2 y en 1,2 los de enfermedades cardiovasculares at

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